ERIKA YOLANDA LAGUNES SOLIS

 

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La infancia hoy de nuestros niños está carente de verdaderos valores, lleno de superficialidades, vanidades y materialismo.

La vida tan acelerada en la que estamos envueltos los adultos nos ha impedido ver el daño tan grande que estamos haciéndoles a nuestros niños del presenté, porque es una frase errónea y tonta decir nuestros niños del mañana o del futuro, son de hoy. Les estamos robando su infancia, inocencia, que disfruten la vida como lo que son, NIÑOS.

Son tres los actores que en mi parecer intervienen de manera directa en la vida del niño. Los padres en primera instancia, la escuela y los medios de comunicación. En este texto me permitiré hacer una breve reflexión sobre cada uno de ellos, aclaro que no es una crítica, simplemente un punto de vista de lo que observó día a día.

Los padres en ese afán de darles a los hijos todo lo que ellos no tuvieron caen en los excesos materiales, o en muchos casos es una forma inconsciente de suplir su ausencia o por el hecho de brindarles poco tiempo de calidad por cuestiones laborales. Son más permisivos, quieren convertirse en los amigos de sus hijos, pero se olvidan que ese no es su papel, su función en la vida de ellos es la de ser padres. Los niños tienen y a lo largo de su vida irán cosechando amigos, con los cuales compartirán los mismos gustos, sueños, tristezas; experiencias propias de su edad. Así qué los padres son aquellos seres que los aman, protegen, educan y sobre todo reprenden cuando sea necesario.

La escuela se ha vuelto la niñera principal. Se ve a la escuela como la que debe educar, inculcar valores y no es así; la escuela es una institución que forma, prepara para que el educando al término de sus estudios pueda incorporarse a la sociedad en el ámbito laboral; a su vez refuerza la educación y los valores que se han inculcado desde casa a través de los padres. Es un lugar donde el niño aprende a interactuar a través de juegos que no necesitan de las nuevas tecnologías para ser divertidos y entretenidos, así mismo aprende a trabajar en equipo.

Los medios de comunicación han saturado con basura las mentes de nuestros niños, les han vendido un mundo carente de valores, virtudes, llenos de excesos y de tecnología. Han dejado hacerle ver al niño que si no tiene lo mejor en cuanto lo material no se es nadie, sin importar cómo eres cómo individuo. Cada vez más alejan a los niños de su realidad, de su cultura, tradiciones y lamentablemente de Dios; propiciando una aculturación que lejos de ampliar su acervo cultural, lo vuelve un consumidor e imitador de aquellos personajes que salen en la televisión y que se convierten en sus ídolos. La imitación viene desde vestirse, cortarse el pelo o peinarse, hablar como su artista, deportista o súper héroe favorito.

Ahora vemos a los niños que su diversión está en las nuevas tecnologías, es decir, consola de videojuegos, celulares, iPad, tablets, por mencionar algunos. Si el juego con el que se va a recrear no cuenta con batería o cargador e internet no le sirve, no les gusta y no lo quieren. Son muy pocos los niños que les interesa un juego de mesa, o salir a jugar con otros de su edad a las escondidas, atrapadas, canicas, correr, brincar. Ellos son felices frente a una pantalla, celular o iPad.

Pero desafortunadamente los mismos padres e incluso familiares de los niños contribuimos a que los niños se vuelva prisioneros de dichos aparatos. En las pasadas fiestas navideñas lo observe claramente, cómo al niño se le regalaba un iPad o una tablet argumentando que sólo era para juegos, fotos, celulares como sí el niño tuviera la necesidad de traerlo, consolas de vídeo juegos. Y luego viene la queja de los padres porque se la pasan horas con las nuevas tecnologías, dejando cada vez menos tiempo para las actividades acordes a su edad que les permitirán un correcto desarrollo. O la caja viene en lo económico, ya que sale una nueva versión, aplicación se les debe comprar sino ya no están actualizados.

Todo esto a llevado a una falta de comunicación entre los niños y las personas que los rodea, se han vuelto más pasivos, lo cual a contribuido a la obesidad infantil. La pregunta a la que llego y con la cual término mi reflexión es ¿cómo quieres que tu hijo recuerde su infancia? frente a un aparato, una realidad virtual o corriendo, brincando bajo la lluvia, riendo; socializando con niños de su edad.

¿Qué tan bueno es que los niños tengan contacto a temprana edad con las nuevas tecnologías? Pero aclaro que estoy hablando de la tecnología como recreación si podemos diferenciarle de esta manera con el uso que se le da a la tecnología en el ámbito educativo. La primera perjudica el desarrollo natural del niño acorde a la etapa en la que se encuentra y la segunda ayuda al niño en su proceso de aprendizaje significativo cuando se es utilizada como herramienta interactiva en la educación.

Concluyo citando a Albert Einstein «Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo tendrá una generación de idiotas.» Desafortunadamente ese día llego, lo estamos viviendo y pagando un precio muy alto con la generación denominada «FINGER» adictos a la tecnología o también se utiliza el término «adicción sin drogas».